Técnicamente, todos los violines tienen alma —es la pieza encargada de transmitir el sonido de la tapa al fondo. Pero estos violines tiene doble alma porque además de esta pieza tienen el alma que Manuela Sánchez le pone a cada instrumento que elabora, con ingenio y pasión, a partir de materiales reciclados.

Manuela Sánchez, egresada del colegio de la Fundación Frisby en el 2017 y una de las presentadoras más aplaudidas de TEDx Pereira el año pasado, empezó hacer violines porque vio que los niños de escasos recursos no tenían cómo acceder a instrumentos propios.  Preocupada, Manuela empezó a experimentar con materiales reciclados y desde entonces ha convertido los violines en una causa filantrópica que se volvió empresa familiar.A esta causa se unió el señor Jaime Aristizabal Arango, miembro de la junta de la Corporación Pino Verde y asesor de varias empresas de relevancia nacional. Jaime, un músico apasionado, donó nueve violines elaborados por Manuela para los colegios que la Corporación Pino Verde opera en la costa Atlántica colombiana.

Los coloridos instrumentos son piezas únicas elaboradas a mano, y cada uno refleja imágenes alusivas a una de las tres ciudades en donde se encuentran los colegios en concesión: Cartagena, Santa Marta y Soledad.

 

 

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